
La propuesta high/low de Barcelona busca crear un nuevo estándar en la construcción de viviendas públicas, creando viviendas que además de lograr un entorno en el que desarrollar sus actividades con el máximo confort no generen una carga económica para sus usuarios, para hacerlo se utilizan conceptos y estrategias a priori opuestos, high tech y low tech. El uso de una red de sensores inalámbricos (high) se propone para controlar el crecimiento de la vegetación y por ventilación cruzada (low) de refrigeración de vivienda. Así que la vegetación se convierte en otra instalación del edificio. Por lo tanto, el edificio se convirtió en un ser vivo con instalaciones interactuando entre sí como órganos de un ser vivo para que la relación con los usuarios podría ser descrito como simbiótica.